viernes, 25 de marzo de 2011

Siete años, siete monumentos

Se cumplen siete años del aniversario de los atentados del 11 de marzo en Madrid, y Madrid artenativo ha querido aportar su pequeño homenaje mostrándoos siete monumentos dedicados al 11-M en Madrid.

Hablamos con la Asociación de Víctimas del Terrorismo 11- M, donde nos dicen que a cualquier recuerdo le tienen cariño, aunque se sienten más identificados con unos que con otros. “Nos gustan los monumentos porque el tiempo pasa y una sociedad que no conoce su pasado está condenada a revivirlo. Fue un atentado contra la democracia que hay que recordar por la memoria de los que no están y para no vuelva a pasar, por los que estamos y vendrán”.


CIUDAD UNIVERSITARIA


La universidad madrileña también quiso rendir homenaje a las víctimas y llegando al primer aniversario de los atentados, el 3 de marzo de 2005, se inauguró un monumento conmemorativo en los jardines de Edificio de Alumnos. La iniciativa de ponerle cara al recuerdo a través de esta obra de arte fue del rector Carlos Berzosa, que actualmente sigue en el cargo. Los artistas encargados de la creación de este monumento fueron dos profesores de la facultad de Bellas Artes: José de las Casas y Pablo de Arriba.


Monumento

Placa

La escultura consiste en un bloque hueco de granito por el que circula agua que corre por el raíl de tren hasta llegar a un estanque con flores, donde descansa. Es un monumento que conjuga escultura y paisaje, todo unido por el agua, símbolo de vida. El raíl del tren que une el bloque de granito con el estanque mide 11 metros, haciendo evidente referencia a la fecha de los atentados. En él se puede leer una inscripción, una frase del escritor egipcio Edmon Jabès: A tu ausencia le hacía falta un rostro, a ese rostro probablemente un destino.

En la Secretaría del Rectorado de la Universidad, Cristina Cordeiro, secretaria del rector, regresa 6 años atrás para revivir el día de la inauguración de este monumento. “Recuerdo que la madre de Angélica, una alumna fallecida, rompió a llorar en mitad del acto. Un año después aún tenía el rostro desencajado…son vidas truncadas gratuitamente”

Cientos de alumnos pasan cada día por delante de este monumento, para algunos ya forma parte del paisaje diario y no se detienen a mirarlo, otros en cambio lo observan de reojo, respetuosos. Lo que todos tenemos en común, alumnos o no, es una promesa: la del recuerdo.


SANTA EUGENIA


“Tormentas de fuego y hachas cegaron la luz del día tan presente vuestra ausencia para siempre en nuestras vidas". (Sixto Eleta Andrada).
Esta es la frase que cita la placa conmemorativa del monumento en honor a las víctimas de los atentados en la Estación de RENFE de Santa Eugenia.


Monumento


La escultura se realizó con fondos recaudados por la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Vallecas, que hizo una colecta e instaló una escultura y una placa en honor a las víctimas de la tragedia de Santa Eugenia, donde las explosiones causaron 25 muertes. Siete años después, las velas y las flores rodean este monumento como si no hubiese pasado el tiempo.

Marisa García de la Torre, coordinadora de la Asociación de Vecinos de Vallecas fue la encargada de reunir dinero para alzar este recuerdo a las puertas de la estación: “Fue una iniciativa que salió de todos nosotros, en una reunión se propuso y se aprobó al instante. Los atentados han marcado a toda España, en especial a los madrileños y nosotros, desde nuestro pequeño rincón del mundo quisimos dedicarles este pequeño homenaje a las víctimas, familiares y el resto de ciudadanos”


EL BOSQUE DEL RECUERDO


En un principio se le llamo “El bosque de los Ausentes” y estuvo instalado en una isleta de la glorieta de Atocha. El Bosque del Recuerdo se encuentra en la Chopera, en el madrileño parque del Retiro, cerca de la estación de Atocha.


El Bosque del Recuerdo


Fue inaugurado en el primer aniversario de los atentados y consta de 118 áreas con 192 árboles: 22 olivos y 170 cipreses, uno por cada asesinado en los atentados del 11 de marzo y por el agente asesinado en el atentado suicida de Leganés unos días después. El hecho de que hayan sido estas dos especies de árboles las elegidas es muy significativo. El olivo es símbolo de muchas cosas, principalmente es representativo de la paz a través de una rama, pero también la prosperidad puesto que vive por muchos años. El ciprés es el árbol funerario por excelencia y se encuentra en casi todos los cementerios, con el tiempo se ha convertido en el símbolo del triunfo de la vida sobre la muerte.

El así llamado por entonces “Bosque de los Ausentes”, se creó originalmente como parte de la decoración de las calles por las que debía pasar la comitiva de la boda del príncipe Felipe y Letizia Ortiz.

Ángel de Marcos, de la Asociación de Víctimas del 11-M cuenta que a pesar de que los monumentos de Atocha y el Retiro son los más visibles y los más significativos, ellos no se sienten identificados con ellos: “El bosque del recuerdo tuvo su origen en la boda del príncipe que lo puso en Atocha y después de eso dijeron, ¿qué hacemos? Pues al retiro. No nos sentimos identificados con ellos, no va con nosotros. Además no se nos tuvo en cuenta para nada”.


En el caso de El Bosque del Recuerdo, se ha querido rendir homenaje a las víctimas a través de un poema de Manuel Barranco Roda: “El bosque del recuerdo”http://www.asociacion11m.org/ver-poema.php?id=108

ATOCHA


El monumento en recuerdo a las víctimas del 11-M de la Estación de Atocha es el más conocido, representativo y visitado de todos los que hay en Madrid. Está situado en el centro de la estación, un lugar que, en marzo de 2004 se tiñó de sangre. En homenaje a los heridos y fallecidos, se convocó un concurso internacional donde se presentaron 283 propuestas de diferentes países, resultando ganadora esta obra del estudio FAM, bajo el lema: “La luz dedica un momento del día a cada persona ausente”.
Monumento por el interior
Monumento por el exterior


Se compone de dos partes relacionadas: un cubo de vidrio que asoma al exterior y una membrana interior, junto a una sala que puede ser visitada desde el interior de la estación. En la membrana interior aparecen miles de mensajes dejados por los viajeros de la estación y los ciudadanos que se acercaron allí los días después del atentado. La escultura que se alza hacia arriba alcanza una altura de 11 metros y tiene un peso de alrededor de 160 toneladas.

Se trata de una obra pionera no sólo en su planificación sino también en el empleo de materiales constructivos de última tecnología. Esta creación se firmó por cinco arquitectos de FAM: Esaú Acosta, Raquel Buj, Juan Carlos Martín, Mauro Gil-Fournier y Miguel Jeanicke.

Hasta aquí esta información es conocida por todos, o al menos está a la disposición de cualquiera, no es nada nuevo. Sin embargo, Agustín Galán Laiz de la Asociación de Víctimas del 11-M y padre de un asesinado en los atentados, nos da la otra versión de todo lo que rodea la monumentalidad de la obra de Atocha. “El de atocha fue carísimo, muy fastuoso. No contaron con nosotros, fue el Ayuntamiento de Madrid con el Ministerio de Fomento, solo nos preguntaron si ponían los nombres de las víctimas o frases. Y luego sí que nos llamaron para la inauguración, bien que querían que fuésemos a ponernos tristes, a llorar y a echarnos fotos…Nosotros no pedimos algo grande y caro, si nos gustan los monumentos es para que perdure el recuero porque el tiempo pasa y una sociedad que no conoce su pasado está condenada a revivirlo. A nosotros nos vale cualquier referencia y a todo le tenemos cariño, pero no queremos que se haga política con todo esto por eso nos hemos desvinculado de los políticos. El Gobierno de Madrid nos ha olvidado desde el primer día".

EL POZO


Según la Asociación de Víctimas del Terrorismo: “Es con el que más nos identificamos porque es en el que más hemos participado y más nos ha costado. Nos costó cinco años que lo construyesen. El Pozo era la única estación de las que sufrió atentados que no tenía monumentos y fue donde más muertos hubo.

Monumento y placa conmemorativa


El arquitecto fue Peridis e hizo el proyecto de forma altruista contando con nosotros en todo momento. El Ayuntamiento de Madrid nos dio muchas largas y nos lo puso muy difícil. Pero lo conseguimos”.
“La piedra simboliza la eternidad; el agua, la vida y las lágrimas; las flores rojas son un homenaje a las víctimas; y el aire, el aliento que atraviesa esas piedras eternas", explica el autor de la obra, José María Pérez, Peridis a El País en día de la inauguración, el pasado 11 de marzo.

 
UNIVERSIDAD REY JUAN CARLOS


La Universidad Rey Juan Carlos  levantó un monumento en diciembre de 2006 en homenaje a las víctimas del terrorismo en el Campus de Vicálvaro.
La escultura representa dos manos que sostienen un cuerpo que se desvanece tras recibir el impacto de un atentado.

Estatuta


Pero la obra no sólo refleja el trágico momento de la muerte, el dolor y la soledad del inocente, con nombre y apellidos, al que le arrebatan la vida. Según declaró su escultora, Diana García Roy (Deroy) a www.eldistrito.es, la obra es además una muestra de solidaridad que expresa y resalta la esperanza y la defensa del derecho a la vida. “Es el apoyo de tantos familiares, amigos asociaciones..., mucho mundo que sufre con ellos, que se rebela ante estos hechos y que defiende con valentía el derecho más elemental del ser humano”.


LEGANÉS


Se inauguró en junio de 2004. En memoria de las víctimas y en especial de los leganenenses fallecidos y del geo que murió en la explosión del piso de Leganés.

Monumento

El monumento, de cuatro metros de altura y creado por Luis Arencibia Betancort, representa una pancarta que portaron los estudiantes de enseñanza media tras los atentados. Son 27 manos esculpidas en acero corten "que intentan frenar la violencia y que piden la paz", según explicó en los medios el día de la inauguración el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez





Fotos: Madrid_artenativo

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