viernes, 25 de marzo de 2011

Los héroes han cambiado

Han pasado siete años y todavía siguen las incógnitas, las preguntas sin respuesta y los oídos sordos. El 11 de marzo de 2004 no sólo es el peor recuerdo de los últimos tiempos para muchos españoles sino que sigue siendo una lucha diaria para miles de personas. Víctimas, familiares, asociaciones y testigos del atentado continúan a la espera del desenlace de este trágico suceso que parece no resolverse nunca. Sin embargo, todavía se puede contar con la ayuda desinteresada y el esfuerzo de los héroes anónimos del 11-M.

Raimundo Martín del Campo ha estado pendiente de los homenajes que han tenido lugar por el séptimo aniversario, pero tiene las mismas dudas que cuando se cruzó con la tragedia a los mandos de su Regional Express.



Este ferroviario de 66 años fue condecorado al mérito en 1981 por la Dirección General de Renfe al evitar un descarrilamiento y salvar la vida de alrededor de 200 personas. Aunque se niega a que lo cataloguen de héroe, el 11 de marzo volvió a sacar esa valentía que le caracterizó aquella mañana del 21 de julio de 1981.

Raimundo salía con su tren de la estación de atocha con dirección Aranjuez para finalizar su jornada laboral, cuando escuchó un estruendo. Rápidamente una ola de pánico se apoderó de los pasajeros del tren. Sin saber qué estaba pasando, no dudó un momento en parar el tren y salir a calmar a los viajeros. “Creo que yo era la persona que más miedo tenía del tren. En situaciones así es muy difícil pararse a pensar”.

Desde la cabina escuchó una llamada procedente de las oficinas centrales de Atocha que le ordenaban que sacara rápidamente el tren de ahí porque un Cercanías había explotado. “Al principio pensé que se trataba de un accidente, por eso paré, nunca hubiese imaginado que estábamos viviendo un atentado”.

Aún quedan héroes

Ahora son las asociaciones de víctimas las que continúan con la lucha. Hasta la fecha la Asociación 11M Afectados
del Terrorismo
sigue prestando asistencia a las víctimas gracias a los 150 socios solidarios que la forman y, en particular, a la directora Pilar Manjón. “Nuestra Asociación, que nunca hubiéramos querido existir, surge como reacción al silencio administrativo y a la necesidad de los afectados de saber qué hay qué hacer cuando el terrorismo te alcanza”.

En la Asociación de Vecinos “La Colmena”, del barrio Santa Eugenia (Madrid) comenzaron los primeros movimientos con la unión de una serie de afectados que reclamaban ayuda. Así es como nació esta asociación que se ha topado con múltiples obstáculos desde su fundación en diciembre de 2004 por los diversos problemas políticos y mediáticos que tuvo que afrontar. “En estos momentos nuestra prioridad es continuar con las labores de apoyo a las víctimas, lo demás es secundario”. Además se han unido a la asociación los afectados de otros atentados como son las víctimas de Casablanca, Egipto, Yemen o la T4 de Barajas. “Ante todos los cuales tenemos el compromiso de buscar la verdad, conseguir la justicia y que nunca caiga el olvido sobre su involuntario sacrificio”.

Su labor se inicia tomando nota de los datos de los afectados sin tener en cuenta si están reconocidos o no como víctimas ya que España la Ley de Solidaridad de 1999 sólo reconoce como víctimas al marido o a la mujer, a los hijos o, en su defecto, a los padres, pero no otros convivientes. Posteriormente se les concede cita con la trabajadora social quien analiza sus casos particulares para buscarles la ayuda necesaria que puedan ofrecerles o derivarles a profesionales ajenos a la asociación. “No pedimos ningún carnet de militante sólo preguntamos ¿qué necesitas? y ¿en qué podemos ayudarte?”. A parte del tratamiento psicológico, fomentan el apoyo mutuo entre las víctimas a través de encuentros y convivencias, organizan viajes, hacen exposiciones y realizan campamentos de verano. Todo esto con el objetivo de compartir su dolor y el de otros que sufren con la esperanza de transformar el dolor en actos positivos por la paz.

Todo esto lo fundamentan sobre los principios que reglan la Asociación 11M Afectados del Terrorismo:
• Tratar de reincorporar socialmente a los afectados del terrorismo buscando los apoyos necesarios y llevando a cabo las iniciativas oportunas para ello.
• Buscar la verdad con la justicia democrática, no vengativa.
• Trabajar juntos desde la diversidad de ideas, culturas, razas, religiones, opciones políticas. Nos gusta la pluralidad.
• Ofrecer nuestra experiencia vivida tratando de mejorar la actuación de los profesionales, los protocolos de emergencia y las actuaciones con los afectados del terrorismo, en todas las esferas
• Promover leyes y mejorar las existentes.
• Trabajar por la concienciación social nacional e internacional en una cultura de paz; utilizando nuestra exposición “Trazos y Puntadas para el recuerdo” como una ventana de paz vivida y compartida.
• Hacer el camino de la paz, con la transformación de nuestro dolor en actos positivos para ganarla, proyectando la Red Internacional de Paz al mundo; intentando entender a los otros, a los diferentes, y buscando los puntos de encuentro en la no violencia.

Todavía queda mucho por hacer, pero estos héroes seguirán buscando respuestas
Aún queda mucho trabajo por realizar y mucho esfuerzo en las manos de estos héroes que sin descanso repetirán: “Nuestro inmenso dolor nos empujó a aunar las fuerzas con el empeño decidido por conocer la verdad, la necesidad vital de conseguir Justicia y reparación y el firme propósito de que la victoria de nuestro dolor sea la paz.”




Gonzalo Martín Muñoz
Valle Martín del Campo López
Marcos Baile Plasencia

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