viernes, 25 de marzo de 2011

Errores y aciertos que cumplen años

Cómo los medios respondieron informativamente ante la mayor masacre terrorista de España

El 11 de marzo de 2004 marcó un antes y un después en la historia de España. No sólo afectó a la sociedad sino también a la forma de informar de los medios de comunicación. En su mano estuvo el poder ofrecer datos veraces sobre la autoría del atentado y las manifestaciones que se convocaron en los días posteriores pidiendo verdad y sinceridad por parte del Gobierno. Éste puso a prueba a los medios ocultando información sobre la autoría con motivo de las elecciones generales que se celebrarían tres días después.

¿Cuántas maneras hay de tratar la información? ¿Cuántas fuentes se deben consultar antes de ofrecer información a los ciudadanos? ¿Qué fuente es la más importante? ¿Confiar o no confiar en las fuentes oficiales? No hay unanimidad de opinión entre los medios.

     Horas después de que las bombas explosionaran en los diferentes trenes, el presidente del Gobierno José María Aznar llamó a los principales medios de comunicación del país para informar de que la autoría del atentado correspondía a la banda terrorista ETA. Al tratarse de una fuente oficial que tiene toda la información de los servicios de investigación, todos los medios confiaron en ella por tratarse, en teoría, de la fuente estatal más fiable. Con lo cual, casi todos los medios dieron como suya la información proporcionada por el gobierno.

     Ante la diversidad de criterios y la divergencia que se produce en situaciones como ésta, el rigor periodístico conduciría a los medios a recurrir al Ministerio del Interior porque se trata de una fuente estatal y por lo tanto tiene más información que el propio medio. La tesitura es diferente cuando son las fuentes las que se encargan de llamar a los medios para aportar información, la cual beneficiará a la propia fuente. Varios medios de comunicación decidieron cambiar sus informaciones sobre la autoría.


Portadas de las ediciones especiales de los periódicos nacionales: El País, El Mundo, ABC y La Razón.


     En el caso del periódico El País, Jesús Duva, jefe de la sección de local de Madrid del periódico en 2004 comenta: “Cinco minutos antes de arrancar las rotativas, llamó el presidente Aznar al director y le dijo que era ETA. Mi idea y la de la gente que estábamos trabajando la información era hablar de terrorismo, que era lo único claro”. El encabezado de la edición especial de ese día fue “Matanza de ETA en Madrid”, sin embargo el titular que estaba previsto antes de la llamada era “Matanza terrorista en Madrid”.

Alfonso Ojea, periodista de Cadena Ser
     A las pocas horas del atentado, otros medios, como Cadena Ser,  empezaron a cambiar sus datos, dejando de atribuirle la matanza a ETA para decir que las informaciones de la autoría eran exclusivamente dadas por el gobierno. Alfonso Ojea, periodista de Ser dice al respecto: “Este atentado golpeaba especialmente la conciencia de todos porque cuando llegabas allí te dabas cuenta de que, se diga lo que se diga, no era la manera de operar que tiene ETA. La experiencia profesional de Alfonso Ojea en atentados realizados por el grupo terrorista vasco era amplia y esta propia experiencia, unido a la declaración de Arnaldo Otegui el cual informaba de que ETA no estaba detrás del atentado, le hizo pensar que el grupo terrorista español no tenía relación con las bombas.

     En Cadena Cope el tema de la autoría se desarrolló de forma diferente. Juan Baño, redactor de informativos de la cadena radiofónica declara: “La situación no podría cambiar a no ser que aparezca un dato contundente, algo muy claro que contradiga de lleno al Ministerio del Interior”. Comenta también que la información llegaba desde Alcalá de Henares. La Dirección General de Policía informaba sobre la aparición de material, relacionado con grupos islamistas, y que no concordaba con la información que ofrecía el Gobierno.


     La misma mañana del atentado fue encontrada una furgoneta robada en las proximidades de la estación de cercanías de Alcalá de Henares. Dentro se encontraron pruebas que fueron enviadas a analizar.


El viernes 12 de marzo los posicionamientos sobre la autoría empezaron a cambiar. La información de las fuentes no oficiales comenzó a llegar a las redacciones de los periódicos cuando la edición especial ya estaba en la calle. Estos datos apuntaban a que la autoría del atentado pertenecía a otra organizaciónv. Los indicios apuntaban, por lo tanto, a que la información del gobierno sobre la autoría era falsa. Como explica Jesús Duva, de El País: "Al día siguiente nosotros ya confirmamos que el gobierno de Aznar estaba engañándonos porque los investigadores del atentado, los que de verdad estaban investigando y saben de terrorismo, no iban por la línea de ETA".


     Los medios se plantearon si estaban realizando bien su trabajo o dando falsas informaciones. Pablo Mingote, redactor de informativos de Radio Nacional de España (RNE), asegura: “Hubo precipitación en el momento de informar y de atribuir la autoría a ETA, pero nuestra equivocación fue tardar tanto en cambiar de ésta a Al Qaeda”.


Imagen del atentado del 11 de marzo de 2004

     El periodista Álvaro Martínez Bermúdez, redactor jefe de la sección España del periódico ABC dice: “ Al principio todos los datos que teníamos para la publicación digital apuntaban a ETA como autora del atentado, pero el viernes los titulares se empezaron a modificar porque a nosotros nos llegaban otros testimonios e indicios de los investigadores de que estaba abierta otra línea de investigación“.


     Ese mismo viernes habían sido convocadas manifestaciones en toda España. En Madrid, concretamente, se llegaron a juntar casi dos millones de personas. En este momento, los medios empezaron a dividir la línea informativa; mientras que en los medios públicos la manifestación se mostraba como una unión entre la sociedad y un apoyo al gobierno, en la mayoría del resto de medios se cubrió la manifestación como una protesta general contra la información que se empezaba a rumorear que las instituciones públicas ocultaban.


     Las declaraciones de los siguientes periodistas, pertenecientes a los medios públicos, muestran cómo se vivieron esos momentos. Javier Sáenz Munilla, periodista de Internacional de Televisión Española (TVE) comenta: “Cuando llegó Alfredo Urdaci, eso era escribir al dictado”. Por otro lado Mingote de RNE ante la pregunta de si hubo manipulación en RNE por parte del Partido Popular, responde: “Sí, completamente. Es un sí rotundo".


      Ese mismo día las pruebas que se habían encontrado en la furgoneta estaban ya analizadas y los materiales que descubrieron no pertenecían a los que la banda terrorista ETA usaba normalmente. Esas investigaciones fueron conocidas por el gobierno, pero no fueron hechas públicas.El sábado día 13 de marzo, cuando la población española debería estar reflexionando sobre el voto que emitiría en las elecciones generales del día siguiente, lo que realmente tenía en la cabeza era la necesidad de conocer quienes eran realmente los responsables de la matanza del 11-M. Por ese motivo se desencadenó el primer movimiento popular, que se sirvió de las nuevas tecnologías, concretamente de los mensajes SMS, para congregarse ante de las sedes del partido del gobierno, reclamando su derecho a saber toda la verdad.


     La presencia social delante de las sedes del Partido Popular en toda España fue amplia, aunque los medios públicos intentaron suavizar
la información que ofrecían. Aunque el gobierno denunciaba que esas manifestaciones eran ilegales y que habían sido convocadas por grupos políticos de la oposición, las pancartas como La voz del pueblo no es ilegal desmentían esas afirmaciones. En los mensajes que se enviaron ponía Queremos saber la verdad, pásalo.
En la tarde del sábado, el gobierno compareció afirmando, tras tres días sin aclarar datos, que se estaba estudiando otra línea de investigación que señalaba a grupos islamistas radicales como autores de los atentados.


El Ministro de Interior Ángel Acebes

El domingo 14 de marzo, el día de las elecciones, la sociedad votó. El PSOE ganó con mayoría simple, siendo el gran perdedor el Partido Popular, que días antes de la matanza ganaba en las encuestas con gran diferencia respecto al segundo partido.


 Una posible explicación para que los terroristas atentaran en España la explica Duva: "Encaja perfectamente con la forma de actuar de los grupos de al Qaeda. Es una célula durmiente que estaba en nuestro país. Bin Laden y sus muchachos dan la orden a todas las células del mundo de llevar a cabo la Yihad Islámica y que cuando puedan golpeen contra el infiel, y aqui hay un grupo de chalados que deciden hacer la Guerra Santa contra España por su intervención en la guerra de Irak, coordinados y dirigidos por el ideólogo, que es el llamado tunecino, islamista radical".

Tras estos hechos, las impresiones se manifiestan.

Alfonso Ojea apunta: “La gente no votó tanto como para poner a Zapatero, sino para eliminar a Aznar para castigar la mentira de Estado, a destacar el “papelazo” que hizo Televisión Española con Alfredo Urdaci a la cabeza que es para darle el premio Goebbels a la manipulación y a la agitación y propaganda”.

Editorial de El País hablando de la primera
edición que se sacó el 11 de marzo de 2004
 Jesús Duva habla sobre la fuente oficial de esos días: “Explicamos a nuestros lectores lo que pasó. Decidimos revelar nuestra fuente, cosa que no suele hacerse, pero este caso era diferente. Cuando una fuente te engaña, no tiene derecho a que le protejas, le desenmascaras y dices que es un mentiroso. Se protege a todas las fuentes, eso es sagrado, menos al que te engaña, que le descubres. Y aqui se decidió descubrir al mentiroso".
   
Pablo Mingote habla sobre cómo repercutió el tratamiento de la autoría del 11-M en la reputación de RNE: “Quedó tocada porque relacionaban directamente al medio con el gobierno, aunque hubo gente en la redacción que se nego a hacer lo que se le pedía.


Álvaro Martínez Bermúdez habla de la imagen de ABC: “La gente si valoró que el periódico estuviese donde tenía que estar, en la responsabilidad y en contar lo que sabemos.

Para finalizar
El pasado 11 de marzo se cumplieron siete años de la masacre perpetrada por el grupo terrorista Al Qaeda. Un momento que los españoles, y en especial los madrileños, no olvidarán. El gobierno, los medios de comunicación, los grupos políticos y las instituciones públicas tuvieron un papel importante en el tratamiento de la información y, en un momento en el que el país debía de estar unido, la desinformación que siguió al atentado provocó una fractura en la sociedad. as instituciones públicas tuvieron un papel importante en el tratamiento de la información y, en un momento en el que el país debía de estar unido, la desinformación que siguió al atentado provocó una fractura en la sociedad.



A día de hoy, un septenio más tarde, y como dice Juan Baño: “Probablemente es el atentado donde las víctimas han conseguido ser víctimas, sin pretenderlo, de las bombas y de los políticos. Porque el que cometió el atentado quiso influir en el 14-M y los políticos hicieron magníficamente la fase dos de ese atentado, tirándose a la cara los muertos, dividiéndose en dos bandos y el país partido en dos, creo que ha sido el peor homenaje a las víctimas”.



Lorena Cobas González
Laura Esteban Martínez
Mercedes Francisco Sánchez
Paloma Prieto Del Valle

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